En muchos momentos a los que vivimos en las montañas nos agobia el frío, la falta de luz, parece que nos marchitamos y provoca meterse entre las cobijas. Esta belleza de Piedra del Sol nos llena de fuerza vital,  nos ilumina y permite tener esa energía siempre con nosotros. Al estar conectados con el astro rey veremos como empiezan nuestros diferentes aspectos no armónicos a alinearse con las leyes de la luz.
También conecta con nuestro propio sol interior, permite reconocer que también somos una  fuente ilimitada de luz que puede brillar infinitamente. Esta propiedad hace que se disipen los obstáculos que impiden que logremos cumplir nuestro propósito de vida.
Ese brillo maravilloso que parece irreal se debe a la presencia de partículas de hematite y esto la hace capaz de traer a la tierra la fuerza espiritual.

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