A veces sentimos que luego de un taller o meditación nos iluminamos y luego cuando volvemos a la vida diaria sentimos que otra vez estamos patinando en el barro...y este es el mensaje que hoy recibo de esta Ágata microcristal ... cada día, cada hora, cada paso, cada acción, cada pequeño detalle son todas oportunidades de hacer conciencia. Honrar nuestro proceso, ver que el camino que hemos recorrido es importante, que cada momento cotidiano nos trae luz. Entender que es la sumatoria de pequeñas luces, lo que hace que al final podamos reconocer que somos un cielo estrellado, con una belleza inmensa y una capacidad infinita para brillar.
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Solo hay que detenerse y observar con los ojos del interior cada cristal para escuchar su voz.